Después del Black Friday y el Cyber Monday, nos enfrentamos a las compras de Navidad inmersos en la incertidumbre provocada por la pandemia.
El confinamiento nos ha llevado a redescubrir la importancia que tienen para nosotros aquellos pequeños lujos que no valorábamos y que ahora añoramos al darnos cuenta que nos hacían felices. El poder abrazar a los amigos, reunirse con la familia, no mantener la distancia de seguridad, son algunos de los privilegios que vemos restringidos y que más nos están afectando.
Nos estamos dando cuenta que la felicidad no depende de lo material, de lo que nos produce bienestar, sino que es algo más sencillo y a la vez profundo.
La mayoría de estudios indican que a pesar de haber aumentado mucho el nivel económico de la población, no ha aumentado de igual manera su nivel de felicidad. Los mismos estudios indican que los que tienen mucho no son más felices que los que tienen suficiente. Te has preguntado ¿Por qué a pesar de tener todo lo que queremos no nos sentimos bien y queremos más? Seguro que a raíz de vivir este estado de pandemia, valoras más el hecho de estar bien, ser feliz y tener salud, que el de acaparar muchas cosas que una vez las tienes te aportan poco o nada.
En estas fechas debes diferenciar lo que implica para ti, gastar dinero o emplear dinero, solo tú puedes determinar cuando estás disfrutando de tu dinero o quemándolo.
Aprovecha la experiencia que vas adquiriendo durante la pandemia para recuperar, a medida que nos lo vayan permitiendo, todas aquellas cosas que hacen que la vida merezca ser vivida.
Sobre estas y otras premisas he escrito el libro “Generación silver, un nuevo estilo de vida” para que nos ayude a simplificar, a volver a los orígenes y así poder reconocer lo que de verdad le importa y hace feliz a cada uno. Espero que te ayude.
No Comments