Ante el inicio de un nuevo año y tras ser conscientes del estilo de vida que hemos llevado durante el año en curso, solemos plantearnos nuevos propósitos, con la ilusión de que al llevarlos a cabo nos proporcionen un beneficio relacionado con nuestra salud, trabajo, calidad de vida, etc.
Este año y debido a la pandemia ha sido un año especial para todos, ya que nadie se ha librado de sus consecuencias y todos la hemos sufrido en mayor o menor medida.
Si tienes la suerte de no haberte infectado, ni de haber perdido a un ser querido, así como mantienes tu trabajo y, aunque mermados, sigues disponiendo de recursos económicos, seguro que la incertidumbre social, económica o la amenaza que se cierne sobre tu salud te hacen reflexionar, mucho más que en años anteriores, sobre cómo debería ser tu estilo de vida, tu forma de vivir el día a día y lo que de verdad valoras.
Esta incertidumbre, sumada a las restricciones que padecemos, en bien de la salud, nos hace valorar todo aquello que hasta ahora hemos tenido y a lo que no le dábamos importancia por el solo hecho de que lo considerábamos un derecho adquirido.
Esto hace que nuestros anhelos para el próximo año sean más reales y sinceros, ya que tienen un valor que seguramente no tenían los buenos propósitos, que nos hemos hecho en años anteriores.
A ninguno de nosotros se nos hubiera ocurrido nunca que una situación como la creada por la pandemia pudiera suceder y que viéramos restringidas nuestras libertades por una causa mayor. Nadie creía que esto podía ocurrir en nuestra sociedad, ya que hemos crecido y estmos acostumbrados a una época de estabilidad social y económica.
En este post no me refiero a tus propósitos para el próximo año referentes a tu trabajo y a tu situación económica, como consecuencia de la crisis mundial desencadenada por la pandemia, ya que todos haremos lo que buenamente esté en nuestras manos para sobrellevarla, sino que voy a referirme a todos aquellos propósitos y decisiones, que vas o no vas tomar, sobre tu salud y tu forma de vida pero que, debido a tu experiencia durante estos meses, han cobrado una especial importancia.
Me refiero a cambiar aquellos hábitos que nada te aportan, adquiriendo otros nuevos y modificando también tu forma de ver y encarar la vida. Eres consciente, y más en este momento, que si lo haces mejorará tu salud, tu calidad de vida y tu forma de vivirla.
Cuando te hablo de estilo de vida me estoy refiriendo, y tú lo sabes, a tu alimentación, a que realices ejercicio físico de forma continuada, a que tengas al menos una actividad que te ilusione y te haga fluir, a que disfrutes de relaciones sociales de calidad, a que tengas una actitud positiva frente a la vida, y aunque debes aceptar lo que te depara no puedes dejar de luchar con la esperanza de mejorar.
Solo si lo haces dominarás tu vida y serás consciente de que la estás viviendo con la coherencia que quieres darle. En general, un estilo de vida que tú vas a personalizar según tu criterio, creando tu Life motiv o motivo de vida.
El luchar por tus objetivos, aunque no llegues a conseguirlos, te hará consciente de que vives la vida que has escogido vivir.
Las restricciones nos han hecho conscientes de cuanto valoramos la libertad y el poder disponer de capacidad de decisión y también de la cantidad de veces que no la hemos utilizado, dejándonos llevar por lo más fácil, aunque no era lo que deseábamos.
El cerebro está diseñado para funcionar con los mínimos recursos, por lo que la tendencia es a repetir conductas que requieran el mínimo esfuerzo. Tendemos a lo fácil, a lo conocido. Nos pasamos la vida repitiendo pautas esperando, eso sí, resultados diferentes, que al final nunca llegan por lo que nos resignamos y aceptamos que este es nuestro destino.
No hay nada que nos produzca mayor felicidad, seguridad, confianza en nosotros mismos, y que nos haga crecer tanto, que el conseguir algo que nos hemos propuesto, que nos ha sido difícil pero que lo hemos logrado.
Este empezar a avanzar nos va preparando para enfrentarnos a futuros retos y son estos retos los que le darán sentido a nuestra vida. No hay nada más triste que pasar por la vida dejándose llevar por las circunstancias resignándose y excusándose porque la vida no es como deseamos que fuera.
Hecha esta reflexión y sobre los pilares de la salud, las actividades que te atraen, tus relaciones sociales y tu actitud ante la vida, te animo a que realices tus propósitos para el próximo año 2021.
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