Aprovecha la experiencia de estos días para reflexionar sobre tu estilo de vida, sobre tu día a día, sobre tu escala de valores y te darás cuenta de que debes eliminar todo aquello que nada te aporta y centrarte en lo que de verdad es importante para ti.
Nadie podía imaginarse que podría suceder algún acontecimiento que nos afectara a todos los niveles como nos está afectando la pandemia por el coronavirus COVID-19. Este hecho desgraciado ha condicionado, en pocos días, el estilo de vida de toda la población. Como ya conoces, no me refiero a una ciudad o a una región o a un país, sino a toda la población del mundo.
Actualmente, 1 de cada 3 personas del mundo, están confinadas en sus domicilios.
Estamos acostumbrados a que un pequeño cambio en nuestro estilo de vida ya nos incomoda y nos quejamos, y más si este cambio nos hace salir ligeramente de nuestra zona de confort, pero de lo que no somos conscientes, es de nuestro potencial para adaptarnos a situaciones tan graves como la que estamos sufriendo estos días.
La pandemia nos cuestiona nuestro estilo de vida. Estamos expuestos a contagiarnos o a contagiar a los demás, con el riesgo que ello comporta, lo que ha obligado a confinarnos nuestros domicilios. En una semana se ha desencadenado una gran crisis económica, por el cierre temporal de empresas y comercios, que se suma a la crisis que llevamos arrastrando. Han aumentado los niveles de angustia y de estrés en la población, ante la incertidumbre de la situación, pero paradójicamente, como acostumbra a suceder en estas ocasiones, la gente de a pie, los que forman la mayoría, sacan lo mejor que llevan dentro.
Son muchas las iniciativas espontáneas basadas en la generosidad, el positivismo y la empatía que han surgido y surgirán para ayudar a los demás.
Acepta que no tiene ningún sentido tener que pasar por situaciones extremas como la actual, para valorar lo que de verdad importa y dejar de lado todo aquello que no nos aporta nada. Espero que la experiencia de estas semanas te sirvan para reflexionar y darte cuenta de que ha llegado el momento de adoptar un nuevo estilo de vida.
Este nuevo estilo de vida debe basarse en volver a los orígenes, a lo que de verdad importa
Seguramente no te has cuidado a nivel físico y emocional todo lo que debieras. Ahora es el momento de cambiar aquellos hábitos que has ido acumulando y que no te aportan nada bueno y te están controlando.
Aprende a llevar una dieta saludable de una forma simple, así como entiende que para tu salud, tan importante es la calidad como la cantidad de lo que comes. Debes cuidar los nutrientes evitando los alimentos procesados y los ultraprocesados. Intenta ir al mercado y al comercio de proximidad, adquiriendo alimentos naturales y de temporada. Si comes carne, mejor que no sea roja y criada en libertad. Evita en lo posible el pescado de piscifactoría y las piezas grandes como el atún por su concentración en metales pesados. Descubrirás, como Confucio ya vaticinaba 5000 años a.C., lo que nos indican actualmente los últimos estudios de investigación sobre la restricción calórica y su beneficio sobre la salud y el rejuvenecimiento.
Recuerda que tengas la edad que tengas, la neurogénesis y la neoroplasticidad te permiten esculpir tu cerebro, como ya describió Ramón y Cajal. Gracias a la neuroplasticidad cerebral, el cerebro cambia con las experiencias, pudiendo recibir y procesar mayores cantidades de información sea cual sea tu edad. Recuerda que el cerebro es plástico y expandible a lo largo de toda la vida.
“Desafiarte con tareas que te generen un esfuerzo es más eficaz para desarrollar tu cerebro, que el realizar tareas a las que ya estás acostumbrado”.
Recuerda lo que indican múltiples estudios, sobre lo que representa para tu salud, el poder regularizar tu reloj biológico y tus ritmos circadianos con el sueño. Tan importante es la cantidad como la calidad de tu sueño. Algunos estudios han relacionado la duración y la calidad del sueño con la longevidad.
Evita el estrés crónico, ya que puede desencadenar enfermedades físicas y emocionales. Todo ello te indica que se está produciendo un desgaste y un deterioro de tu cuerpo que afecta a tu salud. Quizás no detectes la causa que justifica tu estado de tensión, ni entiendes por qué te sientes de esta manera, por lo que te dedicas a buscarla en el exterior, ya que, no tienes ninguna razón objetiva para sentirte así.
Si no entiendes lo que te está estresando, es que la causa desencadenante está en tu interior, en tu estilo de vida.
Cuando estás ansioso o estresado, tu abdomen se tensa e impide que los grandes músculos trabajen porque están contraídos, esto provoca que utilicemos tan solo pequeños grupos musculares para respirar, provocando una respiración superficial y una disminución de la captación de oxígeno.
El día que fui consciente de los beneficios de la respiración abdominal mi vida dio un cambio importante.
Para calmar la mente podemos utilizar diferentes técnicas como la relajación que se centra en soltar y relajar la musculatura de una forma consciente. La meditación vipassana que entrena el cerebro buscando un estado de concentración profunda, por lo que trabaja conjuntamente la relajación y el control de la atención o atención consciente y por último el mindfuldness que se centra en entrenar nuestra atención en el aquí y ahora.
La meditación, es la mejor y más poderosa técnica que conozco para ayudarte a conectar con el presente y proporcionarte esta paz y bienestar que estás buscando.
Según mi experiencia, te aconsejo dos técnicas de meditación que son fáciles de aprender y con las que conseguirás grandes beneficios. En primer lugar el Body Scan o escáner corporal y una vez entrenado en esta técnica, pasarás más fácilmente a centrarte en la respiración consciente.
La mente es inquieta y es difícil que no se vaya de un pensamiento o situación a otra. Hay un término budista que define este ir y venir, la Monkey mind, o mente de mono que implica una mente inquieta, caprichosa, inconstante, confusa, indecisa, incontrolable. Para tu salud y bienestar, debes poder calmarla y para ello debes utilizar la meditación, que te permitirá mantener tu mente focalizada en el presente por lo que desconectarás del ruido interno.
En tu nuevo estilo de vida debes recuperar la práctica del ejercicio físico, ya que es un gran factor de protección de la salud. El ejercicio te va a permitir rejuvenecer o envejecer más lentamente. No debes valorar tan solo los beneficios que te aporta, sino que debes saber que la falta de ejercicio puede llegar a condicionar tu calidad de vida y tu longevidad.
Evita el sedentarismo y no permitas que nadie te limite tu actividad en razón a tu edad. Según un informe del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los EE. UU. del 20 de junio de 2002 donde se analiza la importancia de la actividad física en la prevención de enfermedades, se expone que realizar ejercicio físico de manera regular reduce el riesgo de sufrir patologías o incluso de morir de lo que hoy en día son las principales y más graves causas de morbilidad y mortalidad en los países occidentales.
En la práctica del ejercicio intervienen prácticamente todos los sistemas, empezando por el músculo-esquelético, responsable del movimiento y de la fuerza, que está apoyado por el sistema cardio-respiratorio, responsable del aporte de oxígeno a través de la sangre junto con el sistema hemato-circulatorio. Todo ello influye en el sistema psico-neurológico, que nos permite coordinar movimientos y esfuerzos y junto con el sistema endocrinometabólico, segregar una serie de substancias que actúan directamente sobre el cerebro, y el resto de órganos, activando la liberación de hormonas y activando el metabolismo.
En otros post, te describiré las características y los beneficios que te pueden aportar las actividades que te aconsejo, ya sean de bajo impacto, como la marcha nórdica, el ciclismo, la natación, el aqua fitness y el baile, así como las actividades que se caracterizan por aportarte un mayor equilibrio y flexibilidad como el Yoga, el TaiChi, el Chi Kung o el Pilates. No olvides que de tu condición física dependerá tu calidad de vida.
Solo quiero recordarte que el objetivo del yoga es la unión y el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu, a través de la combinación de las distintas posturas o asanas, la respiración y la meditación o sabashana.
12 semanas de yoga son suficientes para ralentiza el envejecimiento celular.
Respecto al ejercicio, la OMS recomienda en una primera fase, realizar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física aeróbica (caminar, marchar, bicicleta, natación, etc.) moderada. Con el tiempo y entrenamiento, lo ideal para obtener aún mayores beneficios, se debe aumentar hasta 300 minutos semanales. A parte de estos ejercicios aeróbicos, es importante realizar actividades de fortalecimiento de los grandes grupos musculares dos o más veces a la semana.
El baile también es ejercicio y mejora el balance corporal, ya que requiere la integración y coordinación de la información sensitiva proveniente de diferentes circuitos como son el auditivo, el de la estabilidad, los visuales y los somato-sensitivos para poder ejecutar de forma precisa la actividad motora que implica.
Gracias a la música y al movimiento asociado a ella, el baile mejora el estado de humor, reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, ya que ayuda a expresar las emociones, produciendo una relajación psíquica.
El baile es un buen método para superar la soledad y la timidez al establecer nuevas relaciones, fomentando la confianza en uno mismo y la claridad de pensamiento.
Dedícale todo el tiempo que puedas a realizar actividades que amas, que te seducen y te hacen fluir, y le dan sentido a tu día a día, logrando que se te pasen las horas sin darte cuenta. Estas actividades son importantes ya que le darán sentido y conformarán tu propósito en la vida.
Cuídate mucho, cuida de los demás y empieza a adoptar este nuevo estilo de vida
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